Celiaquía recién diagnosticada
¿Y ahora qué?
- adelantesingluten

Nada más confirmarnos el diagnóstico, estamos muy, muy, perdid@s, y es normal entrar en pánico, sobre todo si no contamos con antecedentes familiares o cercanos que poder usar como referencia.
Afortunadamente, hoy en día contamos con múltiples vías y medios para obtener información, de hecho, tenemos tanta información que puede resultar abrumadora, sobre todo al principio.
Lo primero que tenemos que hacer es asimilar nuestra nueva situación ya que, sí, efectivamente, te acaban de diagnosticar algo que va a cambiar tu vida, pero no es un “diagnóstico de muerte” por así decirlo, es “sólo” que vas a tener que introducir unos cambios en tu alimentación y en tu vida, ojo, eso no significa que no sea importante, claro que lo es dado que afecta a la salud, pero ya verás como poco a poco, siguiendo una dieta estricta sin gluten comprobarás que tu salud mejora notablemente y, cuando eches la vista atrás, verás que ha merecido la pena.
Mi primer cambio cuando me diagnosticaron empezó por la cocina. Lo primero que tuve que hacer fue “sacar de mi cocina y de mi vida” todo lo que llevara gluten (en ese momento vivía sola y tampoco fue tan difícil por ello). Como además me pilló con la compra recién hecha, lo que hice fue “repartirlo” entre mi entorno no celiaco. Y después le tocó el turno a la limpieza/descontaminación integral de la cocina y todos los utensilios para cocinar, etc. Y una vez hecho, como ya me había hecho socia de una asociación de celiacos y ya me habían dado un listado de los “productos aptos”, me fui a la compra, y he de decir que eso para mí fue más duro o difícil que encajar el diagnóstico, porque por primera vez en mi vida me tenía que leer las etiquetas de TODO, no sabía muy bien aún qué podía o no comer, no tenía del todo claro los alimentos genéricos, y recuerdo que me invadió una sensación de agobio bastante fuerte, y el hipermercado donde estaba comprando me pareció infinitamente más grande de lo que me había parecido nunca. Los pasillos se me hacían interminables, y tardaba horas en hacer una compra que “antes” tardaba escasos minutos, pero por suerte, esto pasa sólo al principio, y en cuanto tienes las cosas claras, si bien hay que seguir revisando las etiquetas siempre, en especial si son productos cuya producción pueda variar, es cierto que la vista se acostumbra y lo que al principio lleva mucho tiempo, después es automático, y compruebas que te has convertido en un “radar anti gluten” y ávid@ lector/a de etiquetas que localiza los ingredientes y alertas de manera casi inmediata, jeje.
Lo que intento decirte con esto es que, agobiarse al principio es normal, es algo nuevo, desconocido, o no tienes información, o tienes tanta que no sabes por dónde empezar, aparte de que como tienes el cuerpo fatal y todo te sienta mal, no sabes si es que estás haciéndolo mal…
Para poder ayudarte en esos primeros pasos, hay cientos de páginas, blogs, etc pero aquí te dejo un link a un post de uno de los primeros celíacos que conocí, Ricardo Nafria, más conocido como Celiaco a los 30 (que aparte de una de las personas más encantadoras que he conocido, es un experto en cervezas sin gluten, bloguero, cocina de maravilla, hace catas de cerveza sin gluten, vamos, un crack.). A mi ese post me ayudó muchísimo y espero que a ti también.
Aparte, en esta web, también podrás encontrar una recopilación de establecimientos, webs, blogs, y sitios de gran utilidad que espero que vaya creciendo con vuestras recomendaciones/sugerencias para ir ayudando a l@s nuev@s diagnosticad@s en la nueva etapa que se afronta tras el diagnóstico ya que no todo es negativo y podemos aprender un@s de otr@s y seguir siempre Adelante Sin Gluten.